Y fue un instante, un instante...cálamo
raudo... muy veloz,
cuando Polimnia llegó a mí.
Estaba esperando por la poesía lírica.
Y ella colocó sobre mis manos el cálamo[2]
con la cual describí la alusión[3]:
Se abrió mi corazón tributante[4]
inundado de un deseo feroz
he irrumpí el canto en tono elamí[5]
y bañe el alma con llama pírica[6]
y crecí el poema rápido como el álamo
y deje escrito... aquella ilusión:
Fue... como olor de azaharesazahares
esparcidos por el aire
al viento herirlos a su paso.
O cantar de sinsontes y turpiales
que llenan con sus melodiosas notas
los espacios encontrados.
O la amante en sus herriales[7]
esperando al prometido con donaire
para atar su vínculo con lazo[8].
O como la danza en los feriales,
reuniendo multitudes en patotas
y gozando en las fiestas concentrados.sinsonte
Un instante...
Un único instante,
en que Polimnia,
me embriago.
Añoro aquel instante...
Ese único instante,
en que la urania[9],
(Derecho de autor del
recital poético Suave Silencio: 10-722-283 de 07/06/2018)
Elkin de Jesús Uribe Carvajal
[1] musa de la poesía lírica.
[2] m. poét. Pluma de ave o de metal para escribir.
[3] f. Ret. Figura que consiste en aludir a alguien o algo.
[4] adj. Que tributa. U. m. c. s (tr. Ofrecer o manifestar veneración como
prueba de agradecimiento o admiración).
[5] m. En la música antigua, indicación de tono que principia en el tercer
grado de la escala diatónica de do y se desarrolla según los preceptos del
canto llano y del canto figurado.
[6] adj. Perteneciente o relativo al fuego, y especialmente a los fuegos
artificiales.
[7] adj. Se dice de las vides y del viñedo que producen la uva.
[8] m. Atadura o nudo de cintas o cosa semejante que sirve de adorno.
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