
Vi como se desprendía el amor
de un corazón enamorado y
lleno de pasión; tanto como la flor
de color reluciente del carmesí;
seca, que se deshace del ciclamor.
Ambos, no querían quedarse allí:
El amor abandonando con dolor
y la flor, rota como el popurrí.
¡Que sutil añoranza!: Amor y flor,
dos atributos grandes de la pasión.
El primero es un don Juan picaflor;
y mientras la segunda, hace el chance
enamorador del caro corazón.
El uno y la otra, ¡vaya romance!
27 de marzo de 2007