
y cada una de estas metas son para mi una canción;
cuando me he batido en barriales de los campos
es donde mejor me hallo, haciendo la oración.
He sido obstinado, optimista y persistente
y con anhelo de triunfo conquisto toda acción.
Me entrego con sin igual entereza a toda la gente
para conquistar el triunfo con sobrada razón.
Yo amo mi labor, y ofrezco, esa entrega
que roba de mi alma toda la pasión.
El Padre Celestial me hizo para conquistar la meta
que se obtiene con empuje, tenacidad y determinación.
Y para llegar con fuerza a saborear el éxito,
es menester la justicia social y la retribución al esfuerzo.
3 de marzo de 1990