
Embelesa mis sentidos con tu ser.
Arroba todo mi cuerpo con el tuyo.
Extasíame embriagándome de placer.
Cautiva mi ánimo con tu chamuyo.
La esbeltez de tu cuerpo me fascina.
El alabeo de tus líneas me emboba.
La atracción que siento me alucina.
Y tu agraciada belleza me asombra.
No se si has hechizado mi persona;
pués nació la maravilla que me acosa.
Con tu seducir te has vuelto entrona,
al encantar a mi férrea voluntad,
pasmándose como si fuera ondosa,
para perder la anhelada libertad.
17 de enero de 2006