Estos dos sonetos son pentadecasílabos, poco usados en la poesía culta.
Un
romance un día se entabló entre dos flores;
Con
un aromático clavel de fuertes colores
y
mezclados con tonalidades de frenesí.
Y
al volar enjambre de abejas en redondel
Sus
vuelos posaban en acorazonados pétalos
de
la bella rosaleda, en fingido escabel.
El
polen de las lindas rosas, las abejas, líbanlos.
Y
polinizaban claveles en amplio jardín,
para
que los colores se encendieran plenamente,
germinando
entonces en el vergel la iridiscencia.
Y
por eso, rosa y clavel, son coexistencia.
Desarrollados
cúmulos de abejas en festín,
fertilizan
aquellas bellas flores anualmente.
7
de mayo de 2017
¿A
cuántos años luz estaría situado?
Le
observé y se fue apagando, el soñado
o
taparía una nube el lejano.
Pero
más bien lo cubrió la nubosidad
que
se enjambraba en nuevo día solar,
como
arreboles en orto su alzar,
mostrando
colorido y actualidad.
Fue
pequeñito ese instante de embeleso,
que
pasó como abrir y cerrar de ojos;
así
tan simple, Uy..., pero enternecedor,
que
al sentimiento hizo enredador,
cuales
lindos colores de arreboles rojos,
dentro
de aquel mundo sideral travieso.