Siento una suave energía
soplar de arriba a abajo,
cuando enfoco mi ser en respirado:
Aspirar... Detener. Expirar... Detener.
La pineal se abre y la abraza,
como de suyo haciéndose dueña.
Unos rayos violetas emergen
aureando la eriaza.
Lleva allí a tu ser, déjalo acamar...
Como en bamboleo de olas
en el cabrillear de la mar.
Profundidad, sentí profundidad.
El carmesí cubre tu soledad,
como el suave silencio, la obscuridad.
19 de noviembre de 2005