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| Balsero |
vasto,
extenso y ancho cada vez.
Senda
que me enseñó la poesía,
igual
que la mar enseña al balsero,
impulsar
su barcaza con alegría.
Los
años cotidianos fueron pasando
desde
la niñez hasta la senectud;
custodia
que albergué en el refugio,
en
donde la edad se iba sumando
y la vida alcanzaría efugio.
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| Refugio |
Aquel
albergue construido en piedra
otorgó
a mi vida un nuevo marco,
una
estancia amable y florecida
en
donde pululaba fértil la hiedra
produciendo
inspiración atrevida.
Me
sentía mejor que en el hogar;
pues
allí, había ambiente muy sano,
otras
mentes con inspiración a flote
en
versos en prosas, cantos de altar,
dichos
escuchados con singular dote.
¡Vaya
cobijo! encontrado en vida
¡Y
que suaves manos en manutención!
Noté
en mí, acciones espirituales;
en
silencio de ambientes monacales.pues
en el albergue, el cuido fluía
Colosal
dicho imposible vivirla
fuera
del refugio de piedra con marco
de
cristal; dulce espacio diáfano.
El
albergado se siente cual esquirla
que
en cualquier soplo parió el lábaro.
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| Piedra |
Sencillez,
es vivir en la simplicidad
de
un refugio de piedra lacónico
con
un marco tan natural y lozano,
embelesador
de sana actividad
desempeñada
por monje canónico.
(Derecho de autor del
recital poético Suave Silencio: 10-722-283 de 07/06/2018)
Elkin de Jesús Uribe Carvajal
26
de enero de 2013
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