¡OH ALMENDRO!
En
este interior mío
Me
lúdico.
Soy
como almendros en flor:
Morados,
blancos, netos, limpios…,
Y
copados de hojas verdes
Que
hacen de abrigo.
Talle
abierto en cruz
Como
si redimiera
Al
jardín florido.
Fruto
servil a la ardilla:
Pepa
grande, verde, llena de comida;
Pero
poco así para mí.
Explayado
dando sombra
Abrasiva
de amor
A
quien en su habitual cansancio,
Un
momento de reposo
Recupera
fuerzas
Para
seguir luchando.
Sí
le miraba de frente
¡Oh
almendro!
Sois
como un hombre
Para
darme la bienvenida.
Recuperaba
a tu lado
Las
fuerzas perdidas,
Porque
a más de darme sombra,
Me
albergabas como asilo
Y
alejabas el cansancio.
La
mente se restauraba de nuevo
Y
pensamientos disimiles
Reiniciaban
su cantar.
Salía
de tu regazo
Nuevamente
a la lucha,
Al
ir y al venir,
Que
nos acusa
Un
cansancio diario
Por
las tareas
A
las cuales nos avocamos.
Tu
almendro:
Recuperas
de la ansiedad
Y
viertes
en
baño eterno,
la
amistad.
13
de agosto de 2016
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