
Yo soy un rehalero de tus virtudes:
Tu prudencia, con que juzgas rectamente;
Tu justicia, con que das lo que corresponde;
Tu fortaleza, con la cual siempre perseveras;
Tu alegría, con la que tranquilizas la conciencia;
Tu templanza, con la que moderas los placeres;
Tu perseverancia, con la que al caer te levantas;
Tu sobriedad, con la que dominas la arrogancia.
Por eso y mucho más en mi rebaño,
Te he aceptado como humilde rehalero.
Medellín, 29 de marzo de 2011
Este poema, de una devoción infinita, me recuerda que en el amor también debe darse la entrega absoluta, amar significa darlo todo sin esperar. Neruda, tiene alguno poemas de esta estirpe, con item, están llenos de una alegría, que no le pide al amor cuentas...entregarse es la clave. La poesía maldita abdico de este estilo y tema. Otros fueron más pesimista, como Vallejo. que bien mi querido poeta. Cesar Bustamante
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