balsa de remos |
Para hablar con Dios...
Ve a la orilla de la playa;
Toma una balsa de remos.
Rema de la costa más allá.
Al llegar a la llanura inmensa,
¡detente! Deja los remos descansar.
Cierra los ojos, ponte en estado alfa,
y siente el agua cabrillear[1]
al son del bamboleo,
percibiendo al suave céfiro[2]
despeinar tu ondulado cabello.
Quédate profundamente en silencio...
son tus dos “yo” en franca voz,
hablando en secreto con Dios.
(Derecho de autor Recital
poético Plenitud Serena: 10-722-280 de 07/06/2018)
[1] f. pl. Olas pequeñas, blancas y espumosas que se levantan en el mar
cuando este empieza a agitarse
[2] m. poét. Viento suave y apacible.
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