Nace en Madrid España en 1533 y fallece en la misma
ciudad en 1594, a la edad de 61 años. Fue paje de Felipe II, porque su señora
madre fue dama de la emperatriz, viajó con éste por Flandes e Inglaterra. Fue
desde Londres, capital de Inglaterra, de donde partió rumbo a Chile, rozaba los
22 años, había que poner orden a la
sublevación de los araucanos.
Alonso era poeta, aprovechó las diversas batallas,
para escribir el poema épico por antonomasia de Chile. Fueron 37 cantos para
narrar sus expediciones. Esta obra se publicó en España, dedicada a Felipe II.
Fue nombrado Gentil Hombre de la corte; y caballero de Santiago.
En 1570 contrajo matrimonio con María de Bazán,
quien aportó como dote, gran cantidad de dinero, sirviéndole a Ercilla para
retocar la parte segunda y tercera de la obra.
La Araucana: Escrita en octavos relata las cruentas
luchas sostenidas entre los araucanos y los españoles. Algunos escritos fueron
realizados en el campo de batalla. Se inicia describiendo el país y las
costumbres araucanas. Es un poema estético antes que histórico, por eso se le
considera la voz poética del alma americana. Las octavas y la musicalidad
superan las composiciones contemporáneas de Lope de Vega en su Jerusalén
conquistada o el Bernardo de Balbuena o el Arauco domado de Pedro de Oña, etc.
y ¡cuantas otras de su época!
Alonso de Ercilla, aun siendo español, los chilenos
lo considera su hijo poeta épico, y como tal, lo estudian en los
establecimientos de educación del país latino.
Daré el link en donde encuentra el poema en su
totalidad. Merece estudiarlo atentamente, es un canto poético épico
trascendental:
Cántico Primaveral lo tiene físicamente: La
Araucana por Alonso de Ercilla, impreso en Colombia por Gráficas Modernas,
Bogotá, D. C. Ediciones Universales.
La araucana se compone de tres (3) partes, cada una
de 15, 14 y 8 cantos respectivamente. Escrita en un lapso de tiempo de más de
veinte (20) años. Los retoques finales a la segunda y tercera parte se hicieron
con el aporte otorgado por la esposa de Alonso de Ercilla.
Son treinta y siete (37) cantos que contienen dos
mil seiscientas diez y siete (2.617) octavas Reales, cada una de ocho (8)
versos, para veinte mil novecientos treinta y seis (20.936) versos.
Estando en Chile, 1557 a 1559 en combates, in situ,
empezó su escritura, para que fuera historia verdadera. En el canto doce (12)
no estuvo y lo dijo en la octava sesenta nueve (69): “Lo que aquí en suma he
referido/yo no estuve, señor, presente en ello/ (…) de ambas las mismas partes
lo he aprendido/ y pongo justamente sólo aquello/ en que todos concuerdan y
confieren, / y lo que en general menos difieren.”
LA PRIMERA
PARTE INICIA CON
EL CANTO PRIMERO, que trata de: “El cual declara el asiento y descripción
de la provincia de Chile y estado de Arauco, con las costumbre y modos de
guerra que los naturales tienen; y así mismo trata en suma la entrada y
conquista que los españoles hicieron hasta que Arauco se comenzó a rebelar”. Y TERMINA CON EL CANTO QUINCE: “En este
quincero y último canto se acaba la batalla, en la cual fueron muertos todos
los araucanos, sin querer ninguno de ellos rendirse. Y se cuenta la navegación
que las naos del Perú hicieron hasta llegar a Chile; y la gran tormenta que
entre el río de Maule y el puerto de La Concepción pasaron.”
LA SEGUNDA
PARTE INICIA CON
EL CANTO DIECISÉIS, que trata de: “En este canto se acabó la tormenta.
Contiénese la entrada de los españoles en el puerto de La Concepción e isla de
Talcaguano, el consejo general que los indios en el valle de Ongolmo tuvieron,
la diferencia que entre Peteguelen y Tucapel hubo: asimismo el acuerdo que
sobre ella se tomó.” Y TERMINA CON EL
CANTO VEINTINUEVE: “Entran los araucanos en nuevo consejo; tratan de quemar
sus haciendas. Pide Tucapel que se cumpla el campo que tiene aplazado con
Rengo; combaten los dos en estacado brava y animosamente.”
LA TERCERA
PARTE INICIA CON EL CANTO TREINTA, que trata
de: “Contiene este canto el fin que tuvo el combate de Tucapel y Rengo.
Asimismo lo que Pran, araucano, pasó con el indio Andresillo, yanacona de los
españoles.” Y TERMINA CON EL CANTO
TREINTA Y SIETE: “En este último canto se trata cómo la guerra es de
derecho de las gentes; y se declara el que el rey don Felipe tuvo al reino de
Portugal, juntamente con los requerimientos que hizo a los portugueses para
justificar más sus armas.”
El licenciado Castro, impresor, agregó seis (6)
estrofas al canto XXXIV (octavas 45 a 66) y casi todo el canto XXXVI con
excepción de las octavas 44 a la 47.
De Ercilla conservó, en su épica, los elementos
medioevales político – religioso de la cultura imperial española. La cual compuso
en octavas reales de ocho (8) versos endecasílabos cada una con rima ABABABCC
(quiere decir esto, que rima el primer verso con el tercero y el quinto; el
segundo verso rima con el cuarto y el sexto; y el séptimo verso rima con el
octavo).
Algunos críticos la consideran como una crónica
rimada.
Fue en el siglo de Oro, cuando los hidalgos
caballeros españoles, como López o Cervantes, la catalogaron como obra
excepcional en el género épico. Se le llamó el “CICLO ARAUCANO”, porque ya se
estaban destacando otras obras como:
Cuarta y Quinta parte de la Araucana, 1597, de
Diego Santiestéban Osorio; El Arauco Domado, 1596, de Pedro de Oña; El Purén
indómito de Hernando Alvarez de Toledo; Elegías de varones ilustres de Indias,
1589, de Juan de Castellanos; La Argentina, 1602, de Martín del Barco
Centenera; Espejo de Paciencia, 1608, de Silvestre de Balboa Troya y Quesada;
Nuevo Mundo y Conquista de Francisco de Terrazas; Historia de la Nueva México,
1610, de Gaspar Pérez de Villagrá.
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