Como
catedrático, escribió obras didácticas, históricas y literarias, por ejemplo:
Croniquillas de mi ciudad, Los Maestros de principio de siglo. Fundó la revista
Colombiana.
El
Presidente de la República Miguel Abadía Méndez lo nombra Cónsul en los Ángeles
en Estados Unidos en 1927 y aprovecha
para estudiar literatura en la Universidad de California en donde se gradúa de
nuevo.
Su
única obra poética fue arpa de cinco cuerdas, publicada en Roma en 1929, en
donde se presenta su colección de poesías de estilo clásico romántico.
A un
ánfora antigua
¿En qué
arcilla preciosa
modelaron tu nítido contorno
que seduce a la mente y a la vista?
¿En Hélade, en Etruria se alzó el horno
do trabajaba tu paciente artista?
modelaron tu nítido contorno
que seduce a la mente y a la vista?
¿En Hélade, en Etruria se alzó el horno
do trabajaba tu paciente artista?
¿Fue en
los tiempos floridos
¡Oh vaso inmemorial! en que la aurora
con su dórico peplo, regia auriga
del sol hermana, a la primera hora
lanzaba desde oriente su cuadriga?
¡Oh vaso inmemorial! en que la aurora
con su dórico peplo, regia auriga
del sol hermana, a la primera hora
lanzaba desde oriente su cuadriga?
Entonces
las mujeres
en recatado asilo, a su hermosura
ellas mismas el velo entretejían;
honraba el joven la palestra dura
y el arado los héroes conducían.
en recatado asilo, a su hermosura
ellas mismas el velo entretejían;
honraba el joven la palestra dura
y el arado los héroes conducían.
En ese
tiempo al hombre
la riente y vivaz naturaleza
decía dulces y profundas cosas,
doquier erguía altares la belleza
y hablaban las doncellas con las diosas.
la riente y vivaz naturaleza
decía dulces y profundas cosas,
doquier erguía altares la belleza
y hablaban las doncellas con las diosas.
¡Oh
ánfora vetusta!
¡Cuántas veces al verte me figuro
que en la edad en que amor hinche las venas,
desnudo el seno, bajo el brazo puro
te llevaban las vírgenes de Atenas!
¡Cuántas veces al verte me figuro
que en la edad en que amor hinche las venas,
desnudo el seno, bajo el brazo puro
te llevaban las vírgenes de Atenas!
Y después
do el follaje
rumoroso y radiante de verdura
que a trechos cubre el cauce del Iliso,
a tu lado narraban con ternura
las fábulas de Adonis o Narciso.
rumoroso y radiante de verdura
que a trechos cubre el cauce del Iliso,
a tu lado narraban con ternura
las fábulas de Adonis o Narciso.
Y si
temblaba el bosque
que misterios y mitos atesora,
súbito, con el ánimo perplejo,
creían que tras Diana cazadora
pasaba de las ninfas el cortejo.
que misterios y mitos atesora,
súbito, con el ánimo perplejo,
creían que tras Diana cazadora
pasaba de las ninfas el cortejo.
Y copiaba
ese río
de las hijas del Ática, al instante,
el flotar de las túnicas ligeras,
la insólita mudanza del semblante
y la curva feliz de las caderas.
de las hijas del Ática, al instante,
el flotar de las túnicas ligeras,
la insólita mudanza del semblante
y la curva feliz de las caderas.
Quizás
¡oh noble vaso!
En tiempo del verdor de las campiñas
te cubrieron de encina, hiedra y flores,
y en tu contorno, al padre de las viñas
las bacantes cantaron sus loores.
En tiempo del verdor de las campiñas
te cubrieron de encina, hiedra y flores,
y en tu contorno, al padre de las viñas
las bacantes cantaron sus loores.
En tu
fondo escondías
el exquisito zumo con que al hombre
dotaron de las uvas los racimos,
el que oculta los crímenes sin nombre,
la locura, los celos y los mimos.
el exquisito zumo con que al hombre
dotaron de las uvas los racimos,
el que oculta los crímenes sin nombre,
la locura, los celos y los mimos.
Los
trinos de la flauta
vibraban en honor del dios barbudo.
Que dispensa los bienes y los males,
danzando el coro, en apretado nudo,
al son de tamboriles y cimbales.
vibraban en honor del dios barbudo.
Que dispensa los bienes y los males,
danzando el coro, en apretado nudo,
al son de tamboriles y cimbales.
¿Por qué
feliz suceso,
así de no previsto como grande,
tú, en quien el arte sin igual perdura,
sobre esta cumbre altísima del Ande
a refugiar viniste tu hermosura?
así de no previsto como grande,
tú, en quien el arte sin igual perdura,
sobre esta cumbre altísima del Ande
a refugiar viniste tu hermosura?
En estas
tristes cimas
jamás el arte prodigó sus dones;
no hay mármoles ni dioses tutelares,
y apenas Pan oír hace sus sones,
en los antros de bosques seculares.
jamás el arte prodigó sus dones;
no hay mármoles ni dioses tutelares,
y apenas Pan oír hace sus sones,
en los antros de bosques seculares.
¡Oh
ánfora armoniosa!
En ti ya no se acendra el viejo vino;
en ti el agua lustral nunca se agita;
Lejos de tu aire y tu país divino
has de vivir como ánfora proscrita.
En ti ya no se acendra el viejo vino;
en ti el agua lustral nunca se agita;
Lejos de tu aire y tu país divino
has de vivir como ánfora proscrita.
holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarhola
Eliminar¿Qué es lo que querías decir?
ResponderEliminarhola gracias por el poema me sirvió mucho para mi trabajo
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