y fue: O como el hálito de una brizna pasajera;
o como un bóreas instantáneo que viene del norte;
o como electrón, a velocidad de la luz, gira en órbita;
o como suave céfiro que se siente en primavera.
No se probó; concebido se fue claroscuro.
No nació, pero se fue. No hubo espera.
Marchó... Voló... ¿A quién dará importe?
No conoció la vida. Toda relación quedó rota
al corte del cordón umbilical, es un nasciturus.
Medellín, 27 de agosto de 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario