
La vida asciende en espiral
de manera por demás diáfana;
comenzando en la edad natal
va creciendo etapa por etapa.
El paso de cambio de ese estado,
no se percibe.
Es tan nítido ese pasado
en la gente que vive
que nadie parece asombrarse,
cuando de niño se pasa a la vejez.
¡Todo es posible! En el acostumbrarse.
Pero seguimos aferrados a la mente
de no entender tan clara nitidez,
cuando estamos al borde de la muerte.
Medellín, 29 de enero de 2006
sta muy hermozoo
ResponderEliminarte amo visabuelo