
Oh noche, obscura noche
tu opacidad es nítida.
La figura se vuelve tímida
en el paso de tu derroche.
Inicias el paso lento,
dejando estela de felicidad;
o tal vez... Fatalidad,
en agosto de tu tiempo.
¡Oh noche!, noche lóbrega
o noche jactanciosa,
cual pétalo de rosa
que la espina hiere
en su doquiere
en regalo de entrega.
Medellín, 7 de mayo de 2008
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