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lunes, 5 de noviembre de 2018

RICARDO CARRASQUILLA Y ORTEGA



Nació en Quibdó capital del departamento del Chocó en Colombia el 22 de agosto de 1822; hijo del coronel Pedro, Natural de Honda Tolima y Cruz, natural de Funza Cundinamarca.

No hay conocimiento de su ancestro primigenio, de sus hermanos. Solamente de sus padres. Como ya está dicho. Esto ocurre, porque para la época de su nacimiento y su llegada a la mayoría de edad, no se elaboraban videos sobre su niñez. Acto que hoy por hoy se realiza cuando se celebran los cumpleaños esenciales. Escasamente ayer, había un efímero recuerdo del natalicio. Se tiene que ser una persona harto sobresaliente, para rehacer tal figura; de lo contrario, la historia no lo registra.

Cuando usted lo busca en una biblioteca o en la Internet, solamente encuentra a Tomas Carrasquilla, el autor de la Marquesa de Yolombó. Este escritor nación en el Corregimiento de Santo Domingo del municipio de Yolombó. Hoy Santo Domingo es municipio; y nada lo relaciona con Ricardo.

Muy niño fue trasladado a Bogotá. Lugar en donde formó su hogar y se codeó con José María Marroquín y Joaquín Posada. Todo acto cualquiera que fuera siempre estaba precedido de su talento jocoso poético: Letrillas, coplas, décimas, etc.


Hombre sencillo, pobre, sobrio y mesurado; austero en sus costumbres, puro de pensamiento, palabras y obras. Religioso, noble y caballero en sus actos. Lúcido de inteligencia, vigorosa voluntad, serio en su criterio, de espiritualidad profunda, santo de alma, caridad y fe. Tranquilo de conciencia

Literato educador, cofundador con los hermanos Juan Francisco y José Joaquín Ortiz, el instituto de Cristo; Con don Ignacio Gutiérrez Vergara, El Liceo de la infancia, que sostuvo durante cuarenta (40) años. Con José Manuel Marroquín en 1886 instauró “La Sociedad de Estudios Religiosos”. También fue uno de los fundadores de la Sociedad de San Vicente de Paúl.


Eminente institutor, estructurado filósofo, orador religioso y poeta festivo (jocoso). Miembro de la Academia colombiana, del Liceo Granadino y de la célebre agrupación literaria El Mosaico. Colaboró con sus escritos en La Esperanza, El Porvenir, El Mosaico, El Zipa; además, autor de coplas, Ecos de los Zarzos, Fiestas de Bogotá, Problemas de aritmética y Sofismas Anticatólicos.

No fue político, pero en 1854 intervino en una guerra civil como adjunto al estado mayor del General Herrán, cabeza de la reacción de la creación conservadora. 


Es bueno recordar esta copla:

“En Colombia que es la tierra

de las cosas singulares,
dan la paz los militares
y  los civiles dan guerra”.


Declaraba que era chocoano; y este departamento siempre lo ha considerado como un hijo suyo. Lo recuerda cuando suena el himno oficial del departamento y su nombre reposa en la placa del centro educativo más prestigioso de allí, como Centro Educativo el colegio Carrasquilla.

Fallece en Bogotá el 24 de diciembre de 1886 a la edad de 59 años.

Su poesía encaja en la sátira festiva, así se comprueba en su poema

SUERTE DE MIS VERSOS

“Malditos los especieros, boticarios y pulperos, que profanan,
¡ay de mí!
Mis mejores producciones, envolviendo camarones, ungüento blanco y maní.
Si escribo al desdén de Rosa composición lacrimosa, a poco tiempo,
¡ay de mí!
Miro mi triste elegía en inmunda chichería envolviendo ajonjolí”

Algunas de sus obras:

UN BUEN MÉTODO DE VIDA

Madruga a las diez don Blas,
dura almorzando una hora,
y un vestir no se demora,
pues gasta tres cuando más.

Sale a la buena de Dios,
muy peripuesto y muy tieso,
y en la barra del congreso
se está mientras dan las dos;

y en tanto que dan las tres,
para abrir el apetito,
toma en la fonda un traguito
salchichón y pan francés;

y luego canta un rondó,
mientras ponen la comida,
o a don Farruco convida,
y juegan al dominó.

Deja el juego al calcular
que está la comida puesta,
come bien y duerme siesta
hasta el tiempo de cenar.

Si en comer es moderado,
es parquísimo en la cena:
se toma una taza llena
de café, y un pollo asado,

un buen trozo de jamón,
dos panes, dulce de fresa,
y fuma de sobremesa
un cigarro de Girón;

y un poco antes de acostarse
suele leer la gaceta,
porque dice que es receta
que le impide desvelarse;

y con esto, y un biscocho,
y una copa de jerez,
ronca bien desde las ocho
hasta el otro día a la diez.

MI SOBRINO

En casa tengo un sobrino
que se graduó de doctor,
y que charla con furor
y empuerca papel sin tino.

Ha perdido la chaveta,
y hace versos a millones,
y los nombra inspiraciones
o caprichos de poeta.

Llama azote el arriador,
acicates, las espuelas,
perlas los dientes y muelas,
sonoro parche, el tambor;

a los caballos, corceles,
mansas liebres los conejos,
y los más tristes gozquejos,
ejercitados lebreles;

querubes, los querubines,
el mar, Ponto embravecido,
los amoríos, Cupido,
y los pecados, delfines;

la tortuga, hirviente copa,

la chicha, licor de oro,
las lágrimas, triste lloro,
y undoso manto, la ropa;

la ortiga verde tomillo,
el caño, limpio arroyuelo,
la mujer, hurí del cielo,
y la flauta, caramillo;

albababuy, ruiseñor,
canario, al cucarachero,
al chirlobirlo, jilguero,
y al gallinazo, cóndor.

Mi sobrino no trabaja,
come como un sabañón,
y duerme como un lirón,
y mil petardos me encaja.

Yo lo suelo regañar;
que me come medio lado
le digo; y él muy airado
jura que se va a matar,

porque la vida le pesa,
porque a sufrirla no alcanza;
más tengo poca esperanza
de que cumpla su promesa.


LO QUE PUEDE LA EDICIÓN

Cuando una hermana me mencionó este poema, creí que me tomaba el pelo; pero me puse a investigar, y encontré este y su autor, el cual estoy dando a conocer como poeta especial de la región chocoana.

Hice un canto bermudino
al cóndor;
pero estaba en borrador
y me pareció cochino.

Me lo hicieron publicar.
En el día
lo leí con alegría
y lo encontré regular.

Luego en una colección
de poetas
lo insertaron con viñetas
y dije: ¡Es gran producción!

¡Lo que puede la edición!

En la parte superior decía de lo difícil que es hoy día, encontrar el hogar primigenio de estos poetas nacidos en el siglo pasado. No hay forma de saber de dónde viene esa vena poética con la cual deleitaron.  Hoy lo presento en mi blog como un recuerdo soñado, y una venia sincera, a su desaparición; también a un recuerdo perenne de sus memorias. Paz en la tumba de Ricardo.


sábado, 27 de octubre de 2018

CARLOS CASTRO SAAVEDRA

Carlos Benjamín Castro Saavedra, periodista y escritor, nació el 10 de agosto de 1924 en la ciudad de Medellín Colombia, capital del departamento de Antioquia, y fallece en la misma ciudad el 3 de abril de 1989 a la edad de 65 años.

Sus padres fueron Eduardo Castro Jaramillo, militar; y María Saavedra Rengifo, tolimense. Yo, Elkin de Jesús Uribe Carvajal, trato de acometer la poesía; es que ante un maestro de esta clase, los versos se quedan mudos. Aunque he buscado su hogar primigenio, no he encontrado la cantidad de hermanos que tuvo; solamente sus hijos. Me parece que el hogar primigenio del poeta debería ser tenido en cuenta, antes que el de su esposa y sus propios hijos, porque del ancestro es de donde se sabe la raíz poética que Carlos pudo haber heredado. Sí alguno que lea esta blog, conoce en dónde se encuentra estos datos, favor escribir a euribecarvajal@gmail.com, se lo agradeceré de corazón. Merece que, de un maestro literario de esta alcurnia, el mundo literario conozca su ancestro u hogar del cual salió tan prestigiosa pluma. Paz en la tumba de él, sus padres y hermanos.

Estudió en el colegio San Ignacio de Loyola, luego en el liceo de la Universidad de Antioquia, en el colegio de la Paz en Envigado. En 1946 publicó “Fusiles y luceros”, siendo designado en ese año Secretario de la Alcaldía en Medellín.
En 1947 contrajo enlace con Inés Agudelo Restrepo, que fue la madre de sus seis (6) hijos. Parece que estos, han creado una fundación, en donde se muestra la calidad de su poesía.
Cuando se tiene el privilegio, aunque sea después de la muerte, de ser considerado uno de los grandes poetas del país Colombia y de cantar a la paz sin importar la época, es un ser tan importante, al que se le ha concedido aquel fuero.
La poesía es como un huracán, que arrasa con lo que está a su lado; y la poesía de Carlos Castro Saavedra, lo era.

Hablaba de los privilegios: veamos algunos:


Alfonso López Michelsen le dijo: “Vea Carlos escoja la embajada que usted quiera”.

Fue prodigioso para tener grandes amigos como Manuel Mejía, Fernando González, Pedro Nel Gómez, y cuántos más, para fundar una Casa de la Cultura con el fin de instar al público a la lectura, a la investigación, al conocimiento de tantos que como él, participaron activamente de las letras de esta nación.

Cantarle al caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán:

“Yo lo vi al lado de los hombres,
codo a codo al pie del pueblo.

En los motines, en las fábricas,
en los ferrocarriles, en las huelgas.

Su verbo de alas duras
se batía en el cielo con las piedras”...


Y escribo de privilegio, porque de él dijeron dos Premios Nobeles: El primero, el Chileno Pablo Neruda, quién prologó uno de sus libros exclamando: “pienso que la poesía colombiana despierta de un letargo adorable pero mortal. Este despertar es como un escalofrío y se llama Carlos Castro Saavedra”. El otro, nuestro Premio Nobel de Literatura, cuando era periodista, Gabriel García Márquez en la Jirafa del diario El Heraldo de Barranquilla, era el año 1949 y nacía a la luz pública: 33 poemas: “… Es uno de los buenos libros de poesía que han aparecido en Colombia desde el instante en que se inició nuestra historia literaria… Su fuerza, su vitalidad, no está simplemente en las palabras, sino en la destreza con que ajusta esas mismas palabras a su punto de vista humano, a su rebelde posición de hombre golpeado por las corrientes naturales…”

Otro que fue candidato a la presidencia de Colombia, Carlos Gaviria Díaz, cuando hacía política recorriendo los pueblos, lo mencionó en muchos de los discursos, los 4 primeros versos de su poesía CAMINO DE LA PATRIA: Que son 16 estrofas pareadas; quiere decir eso, que es un poema que contiene 16 estrofas de 2 versos cada una en endecasílabos (11 sílabas) siguiendo las leyes de La poética y con rima completa o lo que se llama rima consonante:

“Cuando se pueda andar por las aldeas
y los pueblos sin ángel de la guarda.


Cuando sean más claros los caminos
y brillen más las vidas que las armas.


…………………………………………. Avanzaré a las 2 últimas estrofas: …………

Cuando el amor sacuda las cadenas
y le nazcan dos alas en la espalda.


Solo en aquella hora podrá
el hombre decir que tiene patria”.


Ahora, tener el privilegio también de que un rector de una prestigiosa universidad nuestra, Juan Luis Mejía Arango, prologue un libro llamado EL CAMINO DE LA PATRIA – Lecturas de ida y vuelta de un proyecto ganador entre el Metro de Medellín y Comfama titulado Palabras Rodantes, es demasiado diciente. El poeta en su tumba debe agradecerlo; y por consiguiente sus familiares y amigos.

El poeta pasaba su tiempo con la familia y escribía para 27 revistas en Colombia, Paris, México, Ecuador, etc. Además, de cubrir 18 programas radiales.

Obtuvo 12 premios nacionales e internacionales, contemos algunos: Con PLEGARIA DESDE AMÉRICA, el III Festival Mundial de la Paz en Berlín. Ese mismo poema, le otorgó el premio nacional GERMÁN SALDARRIAGA DEL VALLE; pero su obra fue objeto de un homenaje nacional rendido por el gobierno en 1986, justo el 23 de abril, en la Biblioteca Pública Piloto de Medellín por el gran aporte realizado por el poeta a la literatura colombiana. Fue miembro de la Academia Colombiana de la Lengua y de la Real Academia española, año 1986.

Variada fue su producción literaria: Poesía, prosa, periodismo, novela, teatro y literatura infantil. Lo buscaban para componer himnos; tales como, el de Río Paila, el Cooperativismo y de municipios, etc. También creó el concurso de cuento en 1985 llamado Jorge Zalamea, que luego se llamaría Carlos Castro Saavedra. Algunos establecimientos educativos llevan su nombre, en el Valle de Aburra, específicamente en el municipio de la Estrella al sur de ese valle. Otro en Puerto Caldas Risaralda y muchos más. Publicó 37 libros de los cuales, 25 fueron de poesía, mencionemos: Elegía, Guerra, Convocatoria u Oda a Colombia, etc., 9 de prosa, tales como: Caminos y Montañas, Elogio de los Oficios,…, 2 de teatro: La Historia de un Jaulero o El Trapecista Vestido de Rojo, 1 novela: Adán Ceniza, 88 cuadernillos en donde está la literatura infantil: Los Zapatos del Diablo o La Niña de Trenzas Verdes. Toda su obra giró hacia el amor, la patria, la familia, los próceres, los desposeídos y la guerra.

Dirigió en 1959 el primer festival del libro de Colombia en Bogotá. En 1961 en Medellín de donde era oriundo, dirigió el primer festival del libro antioqueño.

Descolló también en el periodismo, escribiendo para El Tiempo, El Mundo, El Colombiano, El Correo. En El Colombiano hizo famosa la columna la “Voz del Viento” nombre que reservó para su finca en Rionegro Antioquia. Como si esto fuera poco, se entretenía pintando. En el parque de Boston en Medellín hay un busto del poeta y en la placa su poema CAMINO DE LA PATRIA.

Algunos poemas de su extensa obra:

DIOS

En el pan está Dios, en la colmena.
En el tallo, en la flor, en el aroma.
En el aire, en la luz, en la paloma.
En la sal, en la voz, en la azucena. 

Está en el fruto que de miel se llena.
En el agua amorosa que se toma.
En la estrella que tiembla cuando asoma.
En la flauta que llora cuando suena.

Está en el nido oculto, está en la rama.
En la chispa, en la brasa, entre la llama
que alimenta la lámpara del día.

Y sobre todo está en el corazón
que en el molino azul de la canción
muele su grano de melancolía.

CAMINO DE LA PATRIA

Cuando se pueda andar por las aldeas
y los pueblos sin ángel de la guarda.

Cuando sean más claros los caminos
y ·brillen más las vidas que las armas.

Cuando los tejedores de sudarios
oigan llorar a Dios entre sus almas.

Cuando en el trigo nazcan amapolas
y nadie diga que la tierra sangra.

Cuando la sombra que hacen las banderas
sea una sombra honesta y no una charca.

Cuando la libertad entre a las casas
con el pan diario, con su hermosa carta.

Cuando la espada que usa la justicia
aunque desnuda se conserve casta.

Cuando reyes y siervos junto al fuego,
fuego sean de amor y de esperanza.

Cuando el vino excesivo se derrame
 entre las copas viudas se reparta.

Cuando el pueblo se encuentre y con sus manos
teja él mismo sus sueños y su manta.

Cuando de noche grupos de fusiles
no despierten al hijo con su habla.

Cuando al mirar la madre no se sienta
dolor en la mirada y en el alma.

Cuando en lugar de sangre en el campo
corran caballos, flores sobre el agua.

Cuando la paz recobre su paloma
y acudan los vecinos a mirarla.

Cuando el amor sacuda las cadenas
y le nazcan dos alas en la espalda.

Sólo en aquella hora podrá
el hombre decir que tiene patria.

MERECEMOS EL DIA

Merecemos el pan, amada mía.
Merecemos el día.

Empieza a anochecer pero tu frente
es un sol permanente.

Empieza a anochecer pero mis manos
son dos tercos veranos.

Claros de trabajar hemos llegado
al crepúsculo honrado.

Una dulce fatiga nos murmura
que merecemos su dulzura,

y la noche nos paga la faena
con la moneda de la luna llena.

INÉS

Inés digo y mi boca se convierte en azúcar
de manzana partida por la luz del verano.
Decir esta palabra es como adivinar
que está cantando un pájaro en un árbol lejano. 

Inés digo y mi labio se convierte en abierta
flor de pétalos dulces contra la madrugada.
Decir esta palabra es soñar que está muerta
la tarde en el abismo de la noche estrellada.

Inés digo y parece que mi voz se quedara
temblando entre las redes impalpables de un beso.
Decir esta palabra es como si lograra
detener en el aire la música de un rezo.

Cuando yo digo Inés olvido los agravios
y de claros panales y canciones me acuerdo.
Decir esta palabra es apretar los labios
para intentar el acto de besar un recuerdo.

Alzar las manos puras para decir Inés
es caer en la sombra de un árbol florecido.
Decir Inés, siquiera por una sola vez,
es sentir en la rama del corazón un nido.

sábado, 20 de octubre de 2018

ESTROFA DE TRES (3) VERSOS O HAIKU



En esta ocasión se va a contemplar dos (2) temas primordiales en la poesía: El primero, el Haiku, como poema occidental – japonés. En occidente hablamos de sílabas que es la medida de nuestro idioma, ese Haiku, para occidente, mide diez y siete (17) sílabas: El primero y tercero versos en pentasílabo (5 sílabas), el segundo verso es heptasílabo (7 sílabas). Sí todos los versos están sueltos y se presentan como una pintura al óleo en donde el lector la interpreta, decimos que es un Haiku, puede o no tener kigo (palabra que indica la época del año del poema) se refiere a las estaciones del año; o sea, es una palabra de significado estacional. En Colombia, no tenemos estaciones, razón por la cual, los Haikus no tienen kigo. El Haiku cumple con dos (2) condiciones: La primera su estructura: El primero y el tercer, versos en pentasílabo (5 sílabas), el segundo verso en heptasílabo (7 sílabas); la segunda, todos los versos están sueltos, pero reflejan la interpretación para quien lo lee o lo percibe, como un cuadro al óleo, que requiere interpretación de su lúdica, pudiendo ser diferente a la de su autor.

En nuestro idioma el español o Castellano, la unidad de medida fonética es la sílaba, para los japoneses es la mora, medida que está ligeramente por debajo del valor de la sílaba. Esto es lo que permite escribir un Haiku con número de sílabas diferentes; o sea, mayor o menor de diez y siete (17) sílabas. Normalmente se dice que un Haiku en Japón puede tener entre catorce (14) o quince (15) moras. Para nuestro ejemplo voy a trabajar con catorce (14) sílabas, siguiendo: Primero y tercero son tetrasílabo (4 sílabas), el segundo, hexasílabo (6 sílabas), para un total de catorce (14) sílabas.

El otro tema que traigo, o segundo, es la estrofa de tres (3) versos, también llamado Haiku, pero en esta ocasión trabajaré tres (3) tipos de rima: Suelta, consonante y asonante. Para la primera, presento un poema de diez y siete (17) sílabas y luego lo paso a catorce (14) sílabas o moras. A continuación, lo trabajo con rima consonante y luego asonante:

1.          HAIKU DE 17 SILABAS:

Para las penas,
el dolor se incrementa
en el recuerdo.


2.          HAIKU DE 14 SILABAS O MORAS:

Para penas:
Dolor se incrementa,
en recuerdo.




3.          ESTROFA DE TRES (3) VERSOS O HAIKU DE 17 SILABAS CON RIMA   
CONSONANTE:

a.     Riman primero y tercero, segundo queda suelto:

Para la pena,
el dolor se incrementa,
cuando se drena.


b.    Riman segundo y tercero, primero queda suelto:

Para la pena,
el dolor se incrementa,
cuando se mienta.


c.    Riman primero y segundo, tercero queda suelto:

Para la pena, 
el dolor se almacena
en el recuerdo.


d.    Todos los versos riman:

Para la pena
el dolor se adocena,
cuando se llena.


4.          ESTROFA DE TRES (3) VERSOS O HAIKU DE 17 SILABAS CON RIMA   
      ASONANTE:

a.    Riman primero y tercero, segundo queda suelto:

Para la pena
el dolor se incrementa,
cuando te aferras.


b.    Riman segundo y tercero, primero queda suelto:

Para la pena,
el dolor se incrementa,
cuando te frenas.


c.    Riman primero y segundo, tercero queda suelto:

Para la pena,
el dolor se acogiera
en el recuerdo.

d.    Todos los versos riman:

Para la pena,
el dolor se acogiera,
actuando a ciegas.





14 de octubre de 2018

Elkin de Jesús Uribe Carvajal




sábado, 13 de octubre de 2018

HAIKU O ESTROFA DE TRES (3) VERSOS





Un Haiku está clasificado entre las estrofas de tres (3) versos sueltos de arte menor, conservando la siguiente estructura: Primero y tercero, pentasílabo (5 sílabas) y segundo, heptasílabo (7 sílabas); o sea, diez y siete (17) sílabas. Sí nos trasladamos a Japón que es su origen, no se emplea sílabas sino m
moras. Las moras tienen un valor por debajo de la sílaba.

Para mí como poeta, Si clasifico la estrofa en los tres (3) versos, puedo dejarlos sueltos los tres (3), o puedo, hacer que rimen consonante o asonantemente el primero y tercero de los versos y dejar el segundo suelto. O hacer otra combinación, siempre y cuando, se conserven las 17 sílabas que se hablaba en la parte superior.

Como Haiku, el poeta transmite una emoción de sus sentidos, el lector la capta, o bien como un significado universal o como un sentimiento de belleza o un sentimiento de armonía o un sentimiento de serenidad o un estado del gusto.  Esto es similar a contemplar un óleo. El pintor (poeta) plasma su sentimiento, el lector recoge la escena mostrada y siente su propia emoción. En ambos casos, tanto la estrofa de 3 versos como el haiku conservan la estructura.

Esta es la razón por la cual, como estrofa poética y como poeta, puedo en ese arte menor establecer o no rima; pero como Haiku los versos deben estar sueltos. Voy a presentar en este caso ejemplos propios. En ambos casos, se llama Haiku:

1.    COMO HAIKU:
Azucena
  
Son azucenas:
Tallos verdes y pétalos
blancos, amantes.

Las azucenas
ataviadas de verde:
Ramos de novia.

Las azucenas
para los desposados:
Amor filial.

Verdes y blancos
son ramos de azucena:
Unión de amor.

Son amarilis, 
Amarilis
color de la azucena:
¡Vistosidad!

Lirio
Cuando es un lirio
galán de la azucena:
Este es, su aroma.









2.    COMO ESTROFA DE TRES (3) VERSOS:

                   AZUCENAS:

Con rima consonante:

Son azucenas
con olor neutral,
las más amenas.

Con rima asonante:

Son azucenas
con olor neutral,
las jardineras.

           AMARILIS:

Con rima consonante:

Cuando amarilis,
es color de azucena;
es su busilis[1]

Con rima asonante:

Cuando amarilis,
es color de azucena,
Somos sus gires.



            LIRIOS:

Con rima consonante:

Todos los lirios,
que aroman el jardín,
causan delirios.

 Con rima asonante:

Todos los lirios,
que aroman el jardín
a ellos, abrimos.


Sábado, 13 de octubre de 2018

Elkin de Jesús Uribe Carvajal



[1] Es una palabra coloquial. Punto en que estriba la dificultad del asunto de que se trata. Ejemplo: intríngulis (tejemaneje, maniobra, obstáculo, incógnita, etc.), clavo, asunto, meollo, quid, etc.

SENDEROS PRIMAVERALES

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