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sábado, 18 de octubre de 2014

CIUDAD

Esa luz de luz
que llega a mi balcón
me hace bufón.
La ciudad... ¡oh muz!:

          Que arde a los ritmos del son
          me hostiga.
No puede ser mi amiga,
aunque para todos es un don.

Y quisiera ocultarla
en mi frenesí;
no obstante sentirla baladí

no puedo rechazarla.
Ella es la beldad,
es mi gran ciudad.

3 de octubre de 1989

sábado, 11 de octubre de 2014

LUIS CARLOS LOPEZ


Se le apodaba “Tuerto López” no porque tenía un ojo como tal, sino porque era bizco; o “El Poeta de los Zapatos Viejos”, por el monumento a esta necesaria prenda en su natal Cartagena de Indias. Su nombre bastante largo, que si lo fuéramos a llamar por el, nos enredaríamos: Luis Carlos Bernabé del Monte Carmelo López Escauriaza. Preferible “Tuerto López”. Su padre, Bernardo López Besada Notario Público y comerciante y su madre, María de la Concepción Escauriaza Iriarte, ama de casa; sus padres eran inmigrantes Españoles; esta pareja procreo doce (12) hijos.
Luis Carlos, nació y murió en Cartagena de Indias (la historia nos dice que en el año 1879 ó 1880 ó 1883) para nuestro caso tomaremos el 11 de junio de 1879 para el nacimiento y 30 de octubre de 1950 para su muerte. Cataba permanentemente el trago de anís de coco, y siempre mantenía un cigarrillo en su boca ensartado en una boquilla. Cuando se menciona “Tuerto López”, quien le conocía, traía a su mente el monumento de los zapatos viejos, y por consiguiente, el poema: Noble rincón de mis abuelos: nada/ como evocar, cruzando callejuelas/, los tiempos de la cruz y la espada/, del ahumado candil a la pajuela…// … // Más hoy, plena de rancio desaliño/, bien puedes inspirar ese cariño/ que uno le tiene a sus zapatos viejos…

Fue escritor, poeta, periodista, político y diplomático, ¡y eso que su mirada era de soslayo! Perteneció a la generación centenarista del post modernismo Hispanoamericano, al igual que, José Eustacio Rivera, Eduardo Castillo, Leopoldo de la Rosa y Porfirio Barba Jacob.
“El poeta de los zapatos viejos” se educó en el colegio de La Esperanza; en el colegio de Araujo; en la universidad de Cartagena; cursó dibujos en la Escuela Superior de Bellas Artes. Inició Medicina y la suspendió por ser arrestado por el ejército Conservador durante la guerra civil colombiana de los mil días (1899 a 1902) por intentar unirse a las guerrillas liberales de Rafael Uribe Uribe.
En 1909 trabajó en el negocio de su padre, y a la muerte de éste, se hizo cargo en compañía de sus hermanos; por malas decisiones, tuvo que recurrir a la administración pública y a la política. De ahí nace la diplomacia, haciéndose cónsul de Colombia en Múnich Alemania año 1928, siendo presidente de la república, el conservador Miguel Abadía Méndez; a su regreso en 1930 se encargó de la Imprenta Departamental de Bolívar y de la biblioteca Fernández Madrid de Cartagena. Entre 1937 y 1944, fue Cónsul en Baltimore, Estados Unidos.
Dirigió la revista literaria La Juventud en donde aparecieron sus primeros poemas; en 1915, funda el periódico La Unión Comercial en compañía de dos de sus hermanos, cerrado un año posterior. Colaboró con las revistas literarias “Rojo y Azul” y “Líneas” y participó como columnista del periódico La Patria, y miembro activo de la tertulia El Bodegón.
Muchos críticos han considerado su poesía como antimodernista, postmodernista, antipoética o pre vanguardista; pero el poeta Chileno Vicente Huidobro decía: “Luis Carlos López hacía brotar la poesía de donde uno menos lo podía esperar”. Era poesía de ironía de parodia, que daba como la impresión de tendencias emocionales; esto permitió que lo consideraran el fundador del terrorismo poético, expresión muy poco ortodoxa, y al modo de ver de cántico primaveral, despectivo. También se le consideró el precursor de la escuela humorística y sarcástica del verbo en el país. Pero algo bueno tenía que ocurrir Germán Espinosa lo catalogó como el maestro del retrato psicológico en Colombia, y el autor de por una  Historia de la Literatura Colombiana, padre Jesuita José Ortega Torres, lo consideró el maestro de la caricatura poética. Aun siendo considerado el Pre cursor del post modernismo, fue desconocido por la crítica colombiana.
El Español Antonio de Valbuena, manifestó de su obra: “… Impropio de los seres civilizados”, por eso fue subvalorada su obra en Colombia.
A su muerte, como siempre suele ocurrir, las críticas a la obra fueron positivas, tildándole de originalidad.

Entre sus publicaciones podemos citar los siguientes libros: De mi Villorrio; Hongos de la Riba; Posturas difíciles; Por el Atajo con prólogo de Baldomero Sanín Cano; Varios y Varios; etc. y aparece en muchas antologías publicadas a través del tiempo.

Y ERES TRAIDORA

Nadie ni remotamente se imagina
tu matinal rubor, ese rubor
disuelto en pinceladas de anilina,
producto de farmacia y tocador.

Deleitas el olfato con tu fina fragancia,
noble y arrogante flor de papiro.
Sutil treta supina
de gitano prestidigitador.

Pesar que asoma en ti,
pesar que vuela lejos,
con la jocunda francachela
de su risa de hueco cascabel.

Y aunque finges reír
con el que llora penas del corazón,
eres traidora
como la cerradura de un hotel.


A MI CIUDAD NATIVA
Este es el poema de los zapatos viejos

Noble rincón de mis abuelos: Nada
como evocar, cruzando callejuelas,
los tiempos de la cruz y de la espada,
del ahumado candil y las pajuelas…

Pues ya paso, ciudad amurallada,
tu edad de folletín… Las carabelas
se fueron para siempre de tu rada…
¡Ya no viene el aceite en botijuelas!

Fuiste heroica en los años coloniales,
cuando tus hijos, águilas caudales,
no eran una caterva de vencejos.

Más hoy, plena de rancio desaliño,
bien puedes inspirar ese cariño
que uno le tiene a los zapatos viejos.

SE MURIÓ CASIMIRO

Se murió Casimiro el campanero
de la iglesia rural. Y esta mañana
lo llevaron al último agujero
con tres o cuatro dobles de campana…

Se lo llevaron bajo un aguacero
definitivamente. Y quedó Juana
su sobrina, sin sol y sin alero,
¡y tan hermosa como casquivana!

… ¡Y quién podrá decir que Casimiro
mo apuró sorbo a sorbo, en un suspiro
y otro suspiro, un cáliz de amargura,
conociendo la lengua viperina
de la devotas! ¡Conociendo al cura!
¡Y conociendo tanto a su sobrina!









miércoles, 1 de octubre de 2014

COOPERACIÓN

Al Juntarnos todos…
y comprendernos fielmente,
disponemos nuestros modos
de forma congruente;

Así se va dando sin exigir nada,
haciéndonos ejemplo igualmente;
el obrar debe ser, asaz, como riada,
para seguir siendo coherente.       

Vivir al unísono…:
Es vivir con ecuanimidad
y es vivir con abnegación;

y se puede ser epígono…:
Al vivir en la afectuosidad
y al vivir en la cooperación.

20 de Agosto de 1989



martes, 23 de septiembre de 2014

MIKHHAEIL LÉRMONTOV


Mikhail Lérmontov nació en Moscú en 1814 y murió en el Caucáseo en un duelo con un viejo amigo, también militar, en 1841, se cree que fue un duelo montado; tan sólo tenía, escasos 27 años. Criado por su abuela materna al perder su madre a la edad de dos años. Estudió en el colegio militar de San Petersburgo. Mostró sus dotes de poeta, cuando un manuscrito titulado “A LA MUERTE DEL POETA” a la memoria del poeta Alexander Pushkin, empezó a circular. Las ideas mostradas en el poema, fueron las que lo condujeron al caucaso, durante un año; regreso a San Petersburgo a darse la gran vida de oficiales nobles. Luego lo regresaron al Cáucaso donde fue muerto. Esta región era romántica, permitiéndole escribir la mayor parte de su obra poética. Como militar, fue de gran valor en el combate; y como poeta, famoso al describir la naturaleza del Caucaso sus tribus indígenas y sus fieros caballos.

De su obra se destaca: La vela, la despedida, un pino, el peñasco, notas sobre demón y demón (Demonio), salgo solo al camino.
  
LA VELA
Escrita en 1832

Una vela solitaria blanquea
en las brumas azules del mar.
¿Qué va buscando en el país lejano?
¿Qué dejó atrás, en la tierra natal?

Juegan las olas, el viento solloza,
se dobla el mástil, la madera cruje.
¡Ay! Ella no busca la alegría,
ni busca la felicidad que huye.

Abajo, la corriente de zafiro;
rayos de sol dorado en lo azul.
Pero ella, rebelde, pide tormentas,
cual si en las tormentas hubiese quietud.
 
Lérmontov perteneció al grupo compuesto por Pushkin, Gógol, Gocharóv y Turguéniev, siglo de oro de la literatura rusa, luchadores por la libertad, de misión social en medio de la censura. Lérmontov, poeta de pluma mordaz fue el autor de La Muerte del Poeta, se refería a Alexander Pushkin, ver manuscrito:

La Muerte del Poeta
Lermontov's poem 'On the death of the poet', 1837.jpg
Manuscrito del poema.
Idioma
Título original
Смерть Поэта
País
Fecha de publicación


Murió el Poeta, esclavo del honor,
por los vanos rumores difamado.
Con el plomo en el pecho,
sediento de venganza,
cayó inclinando la orgullosa frente.
Sucumbió el corazón ante el oprobio
de mezquinas injurias.
Haciendo frente a la opinión del mundo
él solo, como siempre... fue vencido.
¡Muerto!... Decid, ¿por qué eleváis ahora
un vano coro de alabanzas,
de tardíos elogios?
Se ha cumplido el designio de la suerte.
¿No habéis sido vosotros ya hace tiempo
los que ibais a la caza
de sus audaces, de sus libres dones;
los que por divertiros atizasteis
su fuego apenas escondido?
¿Entonces? ¡Alegraos!... No ha podido
resistir vuestros últimos ultrajes.
Como una llama se ha apagado
su genio milagroso,
como corona de lozanas flores.
A sangre fría, su asesino
ha descargado el golpe:
su corazón está vacío,
late sin alterarse,
en su mano no tiembla la pistola.
¿Os extraña?... De lejos

ha llegado a nosotros
—igual que tantos fugitivos
a la caza de honores, dignidades—,
llevado de la mano de la suerte.
Despectivo se burla
de nuestra lengua y nuestros usos...
¡Respetad nuestras glorias, comprended
este instante sangriento,
sobre quién osa levantar la mano!

Ha muerto,
le ha encerrado la tumba;
igual que su cantor
desconocido, amable,
ha sido presa de la ciega envidia;
el cantor que el Poeta ha celebrado
y que fue como él
abatido por mano despiadada.
¿Por qué dejó aquel mundo
de tranquilos placeres, de sincera amistad,
para entrar en el círculo ambicioso
que sofoca el espíritu, las ardientes pasiones?

¿Por qué tendió la mano
a bajos detractores,
por qué creyó en palabras, en juramentos falsos,
él, que desde tan joven
conocía a los hombres?
Quitando su corona,
le ciñeron la frente
de laureles tejidos con espinas;
sus puntas escondidas
ensangrentaban su gloriosa frente...
Sus últimos instantes
fueron envenenados
por infames rumores maldicientes.
Murió
con su sed de venganza no extinguida,
con secreto despecho
de traicionadas esperanzas...
Se apagaron los ecos
de sus mágicos cantos,
no volverán a oírse:
angosta, tenebrosa,
es la morada del Poeta,
y un sello para siempre ha cerrado sus labios.

¡Oh, vosotros, altivos descendientes
de padres conocidos por su infamia,
que con serviles pies hollasteis los vestigios
de linajes heridos por la suerte
con los juegos crueles del destino!
¡Vosotros, turba de ambiciosos
que rodeáis el trono,
verdugos de la gloria,
la libertad y el genio!
¡Os halláis escondidos
entre las sombras de la ley;
ante vosotros
callan los tribunales, la verdad!
Pero hay también, malvados,
un Tribunal divino,
un Juez terrible, que os espera
inaccesible al son del oro,
que sabe desde siempre
los pensamientos y las obras.
Serán vanas entonces las calumnias,
no os servirán de escudo.
¡Y vuestra sangre negra, toda,
no bastará para lavar
la sangre justa del Poeta!

Este poema fue publicación post Morten de Lérmontov. Se cree, según algunos historiadores, que su publicación fue una traducción alemana del año 1852 con el título “Lamento de Lérmontov en la tumba de Aleksandr Pushkin”; también se dice, que la traducción al inglés fue en 1856 con el título “Sobre la muerte de Pushkin” en el periódico Polar Star de Aleksandr Herzen.

En 1837, se publica: Canto del Zar Iván Vasilievich, poema romántico.
Sátira social: En 1838,  La Mujer del Tesoro; en 1840, la novela, Un Héroe de Nuestro Tiempo. Aquí muestra rasgos autobiográficos y enseña una dura crítica social, clave, para el paso del romanticismo al realismo en la literatura rusa. A esta etapa se agregan los poemas narrativos: 1840, El Novicio; 1841, Demonio.

Que delicia se percibe en el primer fragmento de Demón o Demonio:

DEMON
Fragmento I

Juro por la estrella de medianoche,
por el rayo del ocaso y del levante,
que el soberano de la dorada Persia,
o ningún Rey terrestre ha besado tales ojos.

Jamás en una tarde calurosa
la fuente salpicante del Sultán
ha bañado tal talle 
con su rocío de perlas.

 Aún ninguna mano terrestre,
errando por la frente querida
destrenzó tales cabellos.
Desde que el mundo perdió el Paraíso,
lo juro yo, tal belleza
no ha crecido bajo el sol meridional.










sábado, 6 de septiembre de 2014

MARIA JOSEFA ACEVEDO DE GOMEZ


Nace en Bogotá Colombia, el 23 de enero de 1803; y fallece en Pasca (Cundinamarca) provincia de Sumapaz el 19 de enero de 1861 a la edad de 57 años. Poetisa y escritora. Hija de José Acevedo y Gómez y Catalina Sánchez de Tejada. De estirpe de conquistadores, encomendadores y funcionarios de gobierno; familia de fortuna e importancia local. A su señor padre se le apodó EL TRIBUNO.
La educación la recibió de parte de su madre y fue orientada hacia la ciencia y las artes y de plena participación en la vida política y militar de la república. Esto explica el porque María Josefa fue la primera mujer escritora de la época republicana, cuando en el período colonial a la mujer se le mantenía en silencio. Todos sus escritos se orientaron hacia el amor, la moral social, la historia y las costumbres.
Se esposó con Diego Fernando Gómez, hombre inteligente e instruido, pero irascible y violento. Gran colaborador de los gobiernos del General Francisco de Paula Santander. Casados, se instalaron en la hacienda el Chocho en Fusagasuga, donde vivieron por un lapso de once años conformando una familia de un hijo de su esposo y dos hijas de la pareja, Amelia y Rosa.
Escribió:
Un ensayo que tituló “ensayo sobre los deberes de los casados”; trata de una serie de consejos dirigidos a los esposos, referido a las virtudes que deben cultivarse para lograr la armonía conyugal.
Un tratado “Sobre economía doméstica para el uso de las madres y de las amas de casa” compuesto de tres partes; la primera, relaciona la economía del tiempo; la segunda, la economía del dinero; y la tercera, la economía de las provisiones incluido los accesorios para el arreglo femenino (joyas, vestidos, etc.). No es más que una guía de comportamiento.
Y lo que importa en este blog: El libro de 129 páginas que data de 1853, según algunos; otros lo consideran de 1854. Esa diferencia es irrelevante, lo que importa es su contenido. El mismo está titulado: “Poesías de una Granadina” es la producción poética de María Josefa; y ella misma hace una advertencia inicial: “Mi educación se resintió de la época en que nací: entonces no había casas de educación para mujeres y nos criábamos sin saber ni los primeros rudimentos de la lengua”. Mucha de su creación poética se debe a trabajos realizados a pedido; pero analizando su obra poética, cántico primaveral se pregunta: ¿Dónde estabas escondida poetisa, por qué la comisión Sueca, nunca cotejó tus versos? ¡Que valiosa! la creación poética de María Josefa Acevedo de Gómez con tan escaso recurso educativo hacia el cual tuvo oportunidad. ¿Cómo hubiera sido, si fuera en esta época?
Escribió varias biografías, incluyendo la de su señor padre.
En el enlace que le doy: http://cultural.uis.edu.co/files/Josefa_ACEVEDO.pdf Está toda la vida de María Josefa, es una investigación realizada por Ana Cecilia Ojeda Avellaneda, Rocío Serrano Gómez y Aida Martínez Carreño. Con el auspicio de la Universidad Industrial de Santander (UIS) para la Colección temas y autores regionales, editado en Bucaramanga en el año 2009 y con el ISBN: 978-958-8504-21-6. Esta investigación vale la pena cotejarla si se quiere ahondar sobre la vida y obra de María Josefa Acevedo de Gómez. Hay datos inconmensurables, les invito a ir a este.

A pedimento de una amiga para dirigirlo a un joven de 19 años (1825):

¡O tú, que disfrutar tranquilo puedes
El encanto feliz de dulce sueño
Tú que encuentras la calma y el reposo
Siempre que te reclinas en tu lecho
Nada turba tu espíritu, ni inquieta
Las horas que designas al sosiego
Las risueñas imágenes del día
Por la noche recrean tu pensamiento
No sabes que es amor… Aun no has probado
Esta mezcla de néctar i veneno,
Ignoras su embriaguez, sus arrebatos,
Sus dudas, sus placeres y tormentos (…)

Así se expresa la poeta en un fragmento de una carta escrita en versos a su hermano Juan el 9 de abril de 1836:
(…)
Hace ya catorce años que a un esposo
Uní yo para siempre mi destino
I todo en aquel tiempo me ofrecía
Un venidero próspero i tranquilo.
Pasaron como débiles vapores
Los días de embriaguez i de cariño,
Voláronse las dulces ilusiones
I solo restan penas i martirios. (…)

El enlace que va a continuación, es un trabajo de Ana María Agudelo Ochoa para la Universidad de Antioquia, para lingüística y literatura. Vas a encontrar la autobiografía Pos Morten y la definición de lo que es NECROLOGÍA. Te recomiendo este trabajo, entenderás mucho más a María Josefa y su calidad en la escritura y su realidad de evolución en el paso por la tierra.


A continuación te invito a recrearte con alguna poesía:

UNA TUMBA EN LOS ANDAQUIES

¡Su nombre y sus riquezas se acabaron!
¡Nada me resta de él sobre la tierra!
Ni la urna funeral donde se encierra
la ceniza de aquellos que finaron.
Esa arboleda, enmarañada, espesa,
que crece en la montaña silenciosa,
cubre la tumba donde en paz reposa
cubierta de hojarasca y maleza.
Su cadáver que un hijo desolado
cubrió de tierra, llanto y oraciones,
lejos de tumultuosas poblaciones
no será por los hombres profanado.
Nunca sobre el sepulcro solitario
la huella se estampó de paso humano:
jamás del hombre codiciosa mano
sembró sobre este suelo funerario.
no hay monumento ni inscripción ni losa
do se eternice vanidad mundana,
pues que la omnipotencia soberana
cubrirlo quiso de una selva umbrosa.
Tan sólo se descubre en la enramada
una cruz de madera carcomida,
y el ángel compañero de su vida
vela sobre su tumba abandonada

En este enlace, esta su obra poética:



sábado, 30 de agosto de 2014

MELLIZOS


A voluntad se sometieron nuestros físicos
Tallándoles con ejercicios corporales;
con los dificultosos accionares rítmicos
formaron bellos y esbeltos balaustrales.

Dieron inicio a tarea, cual quimera:
Obligando a los músculos ser más fuertes;
erguir el cuello para vencer la barrera,
y poder mostrar al mundo, todas sus suertes.
         
Comenzaron la competencia obligados,
a fuerza de voluntad, ser los corindones;
porque sus delicados cuerpos educados

permitieron confrontación de los carbizos,
para conquistar los distintos galardones
obtenidos, en franca lid, por los mellizos.


12 de Julio de 1989, 23 de junio y 30 de agosto de 2014

sábado, 23 de agosto de 2014

PABLO NERUDA

Seudónimo De Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, Chileno, nacido en Parral en el año 1904 y muerto en el año de 1973, a la edad de los 69 años, su padre, obrero ferroviario de nombre José del Carmen Reyes Morales; su madre, maestra de escuela de nombre Rosa Basoalto Opazo, fallecida en los primeros años de nacimiento del poeta. En el año 1910, su padre traslada la familia a Temuco y contrae de nuevo matrimonio con Trinidad Candia  Marverde. Mencionada con el nombre de “Mamadre” por el poeta en sus obras “Confieso que he vivido” y “Memorial de Isla Negra”. Isla Negra es el lugar donde Neruda fabricó su casa de veraneo, y la bautizó como “Isla Negra” porque atisbó desde su morada una piedra negra. Esta casa es conocida como Casa de Isla Negra, en esta hoy  la Fundación Neruda creó un mausoleo, donde yacen los restos del poeta y los de su esposa Matilde. Cuando Pablo Neruda decidió irse para Isla Negra escribió: “El mar me pareció mas limpio que la tierra por eso me vine a vivir en la costa de mi patria entre las grandes espumas de Isla Negra”.

Estudió en el liceo de Temuco y publica sus primeros poemas en el periódico regional La Mañana. En 1919 recibe el tercer premio en los juegos florales de Maule con el poema Nocturno Ideal:
Es de noche: medito triste y solo/ a la luz de una vela titilante/ y pienso en la alegría y en el dolo, / en la vejez cansada/ y en juventud gallarda y arrogante. / ………………… Se concluye la vela: sus fulgores/ semejan los espasmos de agonía/ de un moribundo. Pálidos colores/ el nuevo día anuncian y con ellos/ terminan mis aladas utopías. / (Los cuadernos de Neftalí Reyes, 18.4.1918.
En 1921 se radica en Santiago de Chile, para estudiar en la Universidad de Chile pedagogía en francés. Concursa en la Fiesta de la Primavera y obtiene el primer premio con “La Canción de la Fiesta”: La canción de la fiesta… Octubre, / premio/ de la primavera: / un pierrot de voz ancha que desata/ mi poesía sobre la locura/ y yo, delgado filo/ de espada negra entre jazmín y máscaras/ andando aún ceñudamente solo, / contando multitud con la melancolía/ del viento sur, bajo los cascabeles/ y el desarrollo de las serpentinas. Este poema se publica posteriormente en la revista Juventud.
En 1923 se edita Crepusculario, esta palabra no está en la Real Academia Española, la palabra que se encuentra es (crepuscular: 1. Adj. Perteneciente o relativo al crepúsculo. U. t. en sent. Fig.). El libro fue reconocido por los escritores: Alone, Raúl Silva Castro y Pedro Prado. Una muestra de sus escritos: Esta iglesia no tiene lampadarios votivos, / no tiene candelabros ni ceras amarillas/ no necesita el alma de vitriales ojivos/ para besar las hostias y rezar de rodillas. /…..
Con Crepusculario están: Pantheos; viejo ciego, llorabas; el nuevo soneto a Helena; sensación de olor; el castillo maldito, entre otros.
En 1924 editorial Nascimento edita: Veinte poemas de amor y una canción desesperada. El poema 20 bastante conocido y declamado, es de gusto universal:
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. / Escribir, por ejemplo: “La noche está estrellada, / y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”. / El viento de la noche gira en el cielo y canta. / ….. Todavía está la influencia del modernismo. Sólo hasta 1926, se rompe el paradigma modernista y hay orientación hacia una intención vanguardista, que se muestra en sus libros: “El habitante y su esperanza”; “Anillos” en colaboración con Tomás Lagos y “Tentativa del hombre infinito”.
En 1926, El Habitante y su Esperanza: Da la apariencia de ser una novela, pero no lo es, aquí hay prosa, es como un relato con una característica muy especial, son relatos que pueden separarse y al mismo tiempo hacer unidad: Se relatan las conmociones psicológicas chilenas, especialmente su pasión. Lo que se quiere decir es que el hombre es el habitante, actor-asistente, de su propia catástrofe. La esperanza es el nuevo día, el sacudimiento de una postración negativa. He tomado el siguiente artículo de Luis Iñigo-Madrigal, http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/5734/1/ASN_07_06.pdf, como soporte analizante de esta novela; también, la Antología General de Pablo Neruda editada por la Real Academia Española ISBN: 978-84-204-0496-7.
En el mismo año, 1926, Se unen Pablo Neruda y Tomás Lago y combinan sus prosas poéticas y esa edición la llamaron Anillos, por lo de los enlaces de los estilos; en principio era un dedicatoria a Alberto Rojas Jiménez, pero por la premura para la edición, olvidaron la dedicatoria. Es una prosa limpia en donde se conjuga el campo, la tierra humedecida por los aguaceros, la noche llena de revelaciones, etc. La prosa en Pablo Neruda es muy escasa, cuando la acomete, la orienta más a lo poético.
Hay un libro que data de 1925, un año antes de los dos anteriores, el cual se llama Tentativa del Hombre Infinito, es quizás, el libro más importante de su poesía y el menos leído. Se tiene en cuenta el año 1926 como los dos anteriores, porque fue el año en donde la Editorial Nascimento de Chile, lo publicó. Este libro muestra el verdadero lenguaje poético de Neruda y la constante renovación imaginativa. Cada verso es un poema y en cada poema está estampado su sello. Son versos ilógicos y muchos lectores tratan de puntuarlos, para encontrarles sentido; pero el poeta los escribió sin puntuación. Es un libro que rompe los paradigmas de lo estructurado hasta ese momento. Ejemplo de tal situación:

hogueras pálidas revolviéndose al borde de las noches… /árbol de estertor candelabro de llamas viejas… /el crepúsculo rodaba apagando flores… /oh matorrales crespos donde el sueño avanza trenes… /tenías en secreto un muerto como un camino solitario… /descienden las estrellas a beber el océano… / oh los silencios campesinos claveteados de estrellas… / … los peces móviles como tijeras…
[Canticoprimaveral hace sus interpretaciones, que son únicas; puesto que cada cual, puede hacer lo propio: La juventud se apaga con la senectud./ Ser que no se renueva envejece./lo viejo rueda apagando lo nuevo./ Vida enmarañada arrastra dificultades./ La reserva individual te deja en soledad./ El proceso de vida es como la mar./ Campesinos colmados de ilusiones./ Todos en movimiento pero estáticos].
No tiene la gracia de Escapulario ni el romanticismo de los veinte poemas ni el delirio cósmico de hondero; pero participa de todos ellos haciéndose total.
Para ilustración de los lectores traigo a colación algunos términos de los diferentes movimientos poéticos que se han mencionado esta vez:
Modernismo: Es una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Vanguardismo: Es un movimiento poético muy amplio con muchas vertientes que empieza su desarrollo en el primer tercio del siglo XX, y cuyo objetivo es, la experimentación o innovación en las artes, la cultura y la política. En Francia se llamó “Avant-Garde”. Los ismos que nacieron entre otros son: futurismo, dadaísmo, cubismo, constructivismo, surrealismo, etc. En Colombia, hubo un ismo: Nadaísmo, usado por el poeta criollo Gonzalo Arango en 1958, como un movimiento literario de protesta social. También toco el tema del Ultraísmo, que se inicia en España y Argentina en oposición al Modernismo y a la Generación del 98, el opositor más importante fue Jorge Luis Borges. Seguramente vendrán más “ismos” que se tienen que cotejar en el instante en el cual aparecen y estemos en su crítica literaria.
Este gran poeta Chileno, lo mejor que le pudo haber pasado a él y a su país, es el recibimiento del premio Nobel de Literatura en 1971.
Su obra es amplísima, casi toda está contenida en libros, mencionaré algunos: Anillos; Arte de Pájaros; Canción de Gesta; Canto General; Confieso que he Vivido; Crepusculario; Cien Sonetos de Amor; El Habitante y su Esperanza; El Mar y las Campanas; España en el Corazón; Fin del Mundo; La Barcarola; La Rosa Separada; Residencia en la Tierra; Tentativa del Hombre Infinito; Tercer Libro de las Odas; Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada; Una Casa en la Arena; etc.
De Pablo Neruda se pueden llenar muchas cuartillas de textos, analizando una a una, cada poesía o cada prosa, que su calidad nos regaló; y aunque aquí no se menciona, su vida diplomática, también le he de tildar como un líder en este menester.
Cántico Primaveral seleccionó:



POEMA 20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.



De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

LA CANCIÓN DESESPERADA

Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.
Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!

Sobre mi corazón llueven frías corolas.
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!
En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.

Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio!
Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.

Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!
En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!
Hice retroceder la muralla de sombra,
anduve más allá del deseo y del acto.

Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.
Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trisó como a un vaso.

Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.

Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!
Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.

Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.

Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.
Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.

Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!
Oh, sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron!

De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste.
De pie como un marino en la proa de un barco.
Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.

Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.

El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.
Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.

Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.
Es la hora de partir. Oh abandonado!

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