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sábado, 21 de mayo de 2011

OTRO CUERPO SUMISO


Me hago furtivo
al contemplar el contorno
de un cuerpo atractivo
que recrea mi ojo.

Es tan bella tu esbeltez,
elegante y fugaz...
Que obliga al pensamiento y deseo a la vez
ser osado y pertinaz.

Más sin embargo, debo guardar silencio
y contentarme con renunciar,
porque está vedado este encuentro

para satisfacer el ansia de amar;
pues tengo un sagrado compromiso
de amar otro cuerpo sumiso.

10 de enero de 1990

sábado, 14 de mayo de 2011

JULIO ARBOLEDA POMBO


Abogado, orador, poeta, militar, periodista, político, diplomático, parlamentario, académico, dramaturgo y estadista colombiano, Presidente de la CONFEDERACION GRANADINA 1861 (Colombia y Panamá).

Nacido en Timbiquí Cauca, 9 de junio de 1817. De selecta familia, entre los cuales se cuenta a Francisco José de Caldas. Es asesinado en Berruecos Nariño el 13 de noviembre de 1862.

Educado en Londres, en donde realizó sus primeras publicaciones periodísticas.

Se enrola al ejército al estallar la guerra civil en el año 1840 y obtiene el rango de General, es nombrado jefe de la VI división. Pero antes de tomar las armas, crea el periódico El Independiente, siendo universitario en Popayán.

En 1842 publicó El Patriota; en 1843, El Payanés. Participó en la redacción de El Siglo. Con el Misóforo fue opositor del presidente José Hilario López. En Lima Perú redactó El Intérprete del Pueblo.

Poeta romántico y épico con su poema incompleto Gonzalo de Oyón (*).

Orador y parlamentario, muy españolizado en su hablar, pero elegante, florido, suave y erudito; sarcástico y agresivo; cortante y punzante. Otras veces empleando las reglas de la poética, llegaba a la arrebatadora entonación.

Muchos monumentos y obras civiles, llevan su nombre en nuestro país.

Entre muchas de su obras poéticax están: Te Quiero; Nunca te Hablé; Vanitas Vanitatum Et Omnia Vanitas; Gonzalo de Oyón.

(*) El poema épico “Gonzalo de Oyón” es la narración de la conquista Española del cacicazgo de Popayán. Es la rivalidad de dos españoles que se disputan la hija del cacique.


Hay un valle feliz: su tierra ondula
en continuas y plácidas colinas,
que la brisa al pasar besa y adula;
por ese valle en ondas cristalinas
el agua precipitase y circula
serpeando entre flores purpurinas:
y al fin de aquel Edén verde y riente
la ilustre Popayán alza la frente.

De sus colinas altas amparada,
como la tigre que asechanza teme
y espera el can, al árbol recostada,
detrás del corvo cerro de La Eme
se la mira de lejos engastada;
desde el Cauca, a la Luz del sol que treme
sobre la alba ciudad en grupos varios
se ven surgir sus pardos campanarios .

Y más allá, como inmortal gigante,
alza la frente el Puracé sublime;
a veces terso, cándido, brillante,
sus anchas bases en silencio oprime;
otras, envuelto en nubes, retumbante,
arroja el fuego que en sus antros gime,
y en sus esfuerzos, o estremece el suelo,
o incendia en Llamas la extensión del cielo.

Al Sur se encrespa en rocas y montañas,
y ora se encumbra el desigual terreno,
ora se mecen las silvestres cañas
de contrapuestos riscos en el seno;
y nacen del calor plantas extrañas,
que guardan de la víbora el veneno,
cabe el torrente bramador y estrecho
que ha cavado por siglos su hondo lecho.

En los montes, que ya suavemente
hasta besar la linfa, enamorados
descienden, o ya suben de repente
en riscos pintorescos, escarpados,
sus frutos cada zona diferente
ve con los de otra zona entrelazados;
todos iguales, todos juntos crecen
y a un tiempo se maduran y florecen.

Tal es la tierra. El cielo encapotado
pierde por tiempos el azul sereno:
entonces, de relámpagos preñado,
recorre el horizonte el ronco trueno;
por el ímpetu eléctrico turbado,
brota el aire huracanes de su seno:
cae la lluvia, crujen las montañas,
se eclipsa el sol, se inundan las campañas.

Mas la negra tormenta que oscurece
y asorda en torno al mundo y le conturba,
y del cielo la bóveda estremece
lanzando rayos por su inmensa curva,
a la vuelta del sol desaparece,
pasa de nubes la apiñada turba,
y ante la luz pacífica y tranquila,
ni se mece la flor, ni el aire oscila....

Aquí la vasta cordillera empina
en fantásticos riscos su cadena;
allí en vaivén, elástica se inclina
sobre el tallo gentil de la azucena,
la flor, ante la brisa matutina;
acá el arroyo por la selva suena;
y "ese el llano y su pintada alfombra
que interceptan los montes con su sombra;

y la fruta silvestre, donde toma
su grato olor la brisa pasajera
para mezclar al de la flor su aroma;
y el canto de la tórtola agorera,
cuando la noche en el oriente asoma;
y el variado matiz de la pradera,
que gusto, olfato, oído, vista halagan
y, deleitando el cuerpo, el alma embriagan;

y el Cauca, que entre enormes pedrejones
sus ondas bramadoras alborota,
o preso por altísimos peñones,
en vano el dique de granito azota;
y del ronco volcán las convulsiones,
y el muelle junco que en el lago brota,
la calva roca, la aromosa planta,
todo, en contraste seductor, encanta.

sábado, 16 de abril de 2011

TERTULIAR


Para tertuliar entremos:
A la “Eutrapélica”

Con Manuel del Socorro Rodríguez
Y dejemos que el desboque
De los flamantes corceles
Sean controlados por elegantes aurigas.

O circunscribámonos al “Circulo”
Y cotejemos una vez más,
Los Derechos del hombre,
Otrora en la peculiar mente
del prócer don Antonio Nariño.

O en la “Tertulia del Buen Gusto”
De Manuela Santa maría de Manrique,
Madre de José Angel, Ludiquemos
parte de su poema festivo “La Tocaimada”:
“Estando trastornada mi cabeza
Vino a verme una moza retozada;
I era tanta mi sorna i mi pereza,
Que al principio crei que era una mona;
I mas cuando me dijo en voces suaves:
Cuentame de Tocaima lo que sabes…”

O en “El Semanario”,
Con Caldas y Tadeo y Valenzuela;
Zea y Restrepo y Camacho.
Cotejemos la apertura del espacio al periodismo.
O más luego, entrada la República,
“El Parnasillo” y “El Mosaico”,
evocación del costumbrismo.

Y mientras tronaban las escopetas
Y se blandían los sables,
También allí estaba “La Gruta Simbólica”:
Vates recursivos, bohémicos;
Dicharacheros y románticos.
Sepultureros de un siglo y
Parteros del otro.

Y en así…, vamos tertuliando,
En otro coloquio no presencial sino virtual.
Aquel de canticoprimaveral:
Lene fibra, que va dejando la estela
Como huella, de lo que fue ayer en hoy:
Un deguste, ¡catar de maravillas!

Medellín, 4 de enero de 2011

sábado, 9 de abril de 2011

GREGORIO GUTIERREZ GONZALEZ


Nace en la Ceja Antioquia en 1826 y fallece en Medellín en 1872, llamado el “hombre de las 3Gees”. Poeta clásico popular de la nacionalidad Colombiana, escritor y abogado. Poeta Antioqueñizado probado en los tres siguientes versos:

…Palabras poco españolas que en mi escrito empleo,
Pues como sólo para Antioquia escribo,
Yo no escribo español sino antioqueño.
El Congreso Colombiano en 1873 lo declaró “Poeta de la nacionalidad”:
…Cantando a todo pecho la guabina,
Canción sabrosa, dejativa y ruda,
Ruda cual las montañas Antioqueñas,
Donde tiene su imperio y fue su cuna…
Poesía de un buen ritmo, transmisora de cotidianidad, de vida común, familia, hogar, trabajo; tristeza, nostalgia; amor y sentimiento por la vida y los lugares. De lenguaje sencillo, elegante y sobrio; pero de sentido humorístico, alegre y festivo. Ya lo dice Méndez y Pelayo: … Poesía sabia, primitiva, saludable y agreste, llena de ternura y de impresión directa de lo exterior, percibida y mejorada por su alma íntegra y buena. Es uno de los poetas más americanos que han existido”.
Su obra trascendental indiscutible es Memoria sobre el Cultivo del Maíz en Antioquia (1866); entre otros poemas, podemos mencionar: Aures, ¿Por qué no canto?, A Julia, A los Estados Unidos de Colombia, Canción, A Dos Amigos, En El Cementerio, etc.
A JULIA

Juntos tú y yo vinimos a la vida,
Llena tú de hermosura y yo de amor;
A ti vencido yo, tú a mí vencida,
Nos hallamos por fin juntos los dos.

Así te dije. ¡Oh Dios!.... ¡Quién creería
Que no hiciera milagros el amor!
¡Cuántos años pasaron, vida mía,
Y excepto nuestro amor, todo pasó!

¡Con cuánto orgullo yo añadí: mi brazo
Te servirá en la vida de sostén!
De nuestro amor el encantado lazo
Risueño, ufano, al mundo lo mostré.

Mucho, mucho, mi Julia, hemos sufrido;
Un abismo descubro entre hoy y ayer;
Mas el débil fui yo, yo fui el vencido;
Tú, fuerte de los dos, tuviste fe.
Y tu fe te ha salvado y me ha salvado,
Pues unidos vinimos hasta el fin,
Cual dos olas gemelas que han rodado
En busca de una playa en qué morir.

Basta para una vida haberte amado;
Ya he llenado con esto mi misión.
He dudado de todo... he vacilado,
Mas sólo incontrastable hallé mi amor.

Julia, perdón si al fin de la carrera
Fatigado y sin fuerzas me rendí...
¡Si tu suerte enlazada no estuviera
Con mi suerte, tal vez fueras feliz!

Tú fuiste para mí como la roca
Al solo y casi náufrago bajel,
Que el ancla en ella al arrojar provoca
Las tempestades que en contorno ve.

Empero, la borrasca no te arredra,
Aunque se avanza hacia nosotros dos,
Y has querido morir como la hiedra
Que se abraza del olmo protector.

Fue desigual la unión de nuestros lares;
Yo con mis faltas, tú con tu virtud;
Tú dándome tu amor, yo mis pesares...
¡Oh! debiste salvarte, sola tú.

Mas de la vida en la penosa lucha,
Ya en el fin, como yo debes hallar
Un consuelo supremo: Julia, escucha:
Si no como antes, nos amamos más.

sábado, 26 de marzo de 2011

SABER ESPERAR


Ese recorrido de vida que se tiene que agotar
En el diario vivir, para alcanzar las arduas metas;
Es un ritual, en donde el hombre aprende a flotar,
Tanto, como en el desaforado juego de ruleta.

¿Cuántas veces se gana y en cuántas veces se pierde?
Ahí está la clave, en el trasegar permanente.
Hay un tiempo para retroceder como ganapierde,
Para arrebatar el triunfo como meta inminente.

Así son las cosas para alcanzar las experiencias.
¡No son a pedir de boca!, se tiene que hacer esfuerzo.
¡Eso es lo bueno de la vida! Puros gananciales

Lejos, pero muy lejos, de las espurias apariencias.
Aquel que se declara ganador, actúa confuerzo,
Obteniendo cada día, muchos triunfos sustanciales.

Medellín, 9 de marzo de 2010

sábado, 12 de marzo de 2011

ISMAEL ENRIQUE ARCINIEGAS


Nace en Curití (Santander) en 1865 y muere en Bogotá en 1938.
Diplomático, escritor, periodista y poeta. Estudió en el seminario conciliar de la capital, y en la universidad católica estudió jurisprudencia, graduándose como abogado.
En su natal Santander fundó el periódico El Impulso (1887); y fue director de La República y El Eco. Dueño de El Nuevo Tiempo desde el cual desarrolló su labor periodística durante aproximadamente treinta años.
Secretario del Concejo Municipal de Bucaramanga, diputado a asambleas departamentales, concejal de Bogotá, representante a la Cámara, Ministro de Correos y Telégrafos en la presidencia de Miguel Abadía Méndez, inspector de cedulación en Boyacá. Coronel en la guerra civil de 1895. Como diplomático representó a Colombia en Caracas, en Chile, en París, en Ecuador y en Panamá.
En 1989 fue profesor de la escuela de artes y oficios de Bucaramanga y director de instrucción pública.
Publicó: En Caracas, su primer libro de versos en 1897; en Bogotá, cien poesías en 1911; en París, traducciones poéticas en 1926; en Quito, antología poética en 1932; también se distinguió por sus múltiples traducciones del francés.
De su basta obra podemos mencionar los siguientes poemas: A Solas, Inmortalidad, El Trapiche, Fugitiva, El poeta Bohemio, Romanza antigua, Paisaje, La Balada del Regreso, Noche de invierno, La Canción del Otoño, Su Corsé, El Baño, El Virrey

SU CORSÉ

Corrido el cortinaje,
desde el balcón de enfrente vi su cuarto,
el cuarto de la virgen, que mi sueño
arrulla en las mañanas con su canto.

Jarrones de Sajonia descansaban
sobre consola de bruñido mármol;
y del sol que moría
sus postrimeros rayos
hacían resaltar en la penumbra
las doradas molduras de los cuadros,
las lámparas de bronce,
los ricos muebles de nogal tallado,
y sobre el muro de color de oro
los brillantes espejos venecianos.

Y en un rojo sillón, que parecía
a su dueña esperar medio borrado
por la naciente sombra,
se veía un corsé de blanco raso.

Y pensé entonces en las frentes pálidas,
y en los risueños labios,
en los azules ojos
y en los cabellos áureos,
en las cinturas breves
y en los ebúrneos brazos;
en el velo flotante de las novias
y de las niñas en los sueños castos,
en las vírgenes carnes sonrosadas
y en los púdicos senos de alabastro.

¡Quién fuera su corsé, me dije entonces,
quién fuera su corsé de blanco raso,
para saber si late,
si late aún su corazón ingrato!

sábado, 5 de marzo de 2011

AQUELLA CUITA


Aquella cuita que acongojó mi alma
dejando estela de angustia permanente;
no se quita, ni aún, con la tranquila calma,
sino que me sumerge en un dolor ardiente.

Es un éxtasis pasionario de dolor.
Un delirio que no sabría describirlo.
Un embeleso que debería ser amor
y un arrebato imposible de vivirlo.

¡Qué pesadumbre tenerla que llevar
con tanto peso en mi atribulado ser!
¿Por qué... por qué... solevar
cambiando este infortunio es mi deber?.

¿Cuántas veces elevé mi espíritu
a lo mas profundo de lo eterno,
y he de volver a caer en in situ,
en aquel mal codiciado averno?

Nadie ha de compadecerse conmigo
en este infortunio estado desventurado.
Yo a mi ser lo sacudo, castigo y obligo
a mudar el temperamento pesado.

Es que... Oh júbilo, oh alborozo;
entretenimiento de par en par.
A la melancolía le causas destrozo
y a la nostalgia obligas a escapar.

Se empieza a vislumbrar el goce
que la alegría a la nostalgia quita
y el placer a la felicidad hace roce,
dejando para usanza aquella cuita.

Medellín, 14 de mayo de 2008

SENDEROS PRIMAVERALES

  Fuente Escondida Iba recorriendo senderos primaverales una tarde florida… Cuando en una fuente escondida hallé, en ensortijados de e...