DISYUNTIVA

La penumbra es un estado de oscuridad
Que si se consciente, es la melancolía;
Si se rechaza, da actitud de alegría
Convertida en canto de animosidad.

El pesimismo es postura de tristeza
Que si se consciente, alcanza la angustia;
Y si se rechaza, el dolor se amustia
convirtiéndose en un canto de riqueza.

No estimules por favor el pensamiento
en ninguna de estas cualidades, vive
en paz y adiéstrate como al adive[1];

amánsate: cesa, recupera aliento.
Y la vida no será indicativa
del estado dudoso de la disyuntiva.

Medellín, 21 de abril de 2007

[1] m. Mamífero carnicero, parecido a la zorra, de color leonado por el lomo y blanco amarillento por el vientre. En el siglo XVI, estos animales, que se domestican con facilidad, se pusieron de moda en Europa, y se traían de los desiertos de Asia, en donde abundan.

DOLOR

He soltado la risa con llanto
Porque he querido reír o llorar por el dolor.
Agrado o amargura que el alma siente
Y alegre o compungida se lamenta,
Por tenerlo dentro del corazón.
Un dolor que también es grato,
Pues… ¡Tan intenso! Causa amor,
Y otras veces dejos[1] y ¡cuántas más rencor!
Pero al fin y al cabo,
Bueno o malo, es un dolor.

Medellín, 23 de febrero de 2009


[1] m. Placer o disgusto que queda después de una acción.

EVITERNA[1]

Mi cabellera será la melena del león
y mi cubierta la piel ajedrezada del tigre.
Verteré lava como el ápice del volcán
cuando ruge: gr, gr, ... como voraz galerna[2].

De ceniza como electrones el nucleón,
bañaré la atribulada población pigre[3]
formando en ellas costras de percán[4].
Seré un ángel, una persona eviterna.

Medellín, 20 de mayo de 2008






[1] adj. Rel. Que, habiendo comenzado en el tiempo, no tendrá fin; como los ángeles y las almas racionales.
[2] f. Viento súbito y borrascoso que, en la costa septentrional de España, suele soplar entre el oeste y el noroeste
[3] adj. Tardo, negligente, desidioso.
[4] m. Chile. Moho que, por la humedad, se forma en diversas sustancias vegetales y animales.

LA SALVACION DE MI ALMA

Para fundar mi vida en su transcurrir
Diario, es menester consagrarme a Dios
en cuerpo y alma. Ambos debo salvar.
Es éste el objeto de la creación
Punto de partida de la eternidad.

Clamar fortalezas en el diario vivir,
Para colocarlas como canterios[1]
En el ser material, permitiendo renovar
pecado original de incubación
en la búsqueda de la diafanidad.

Es el pacto, humildad y servicio:
Dados con verdad, justicia y amor,
Salvando el alma; porque al cuerpo,
Debo pedir alimentar con la sabia
Material de la mortal naturaleza.

Darse por entero es el oficio,
Sin pedir a cambio nada; ¡eres dador!
Te has convertido en un anticuerpo
Generador de sanidad y gracia.
¡Vaya!… de la salvación, eres cabeza.

Medellín, 16 de enero de 2007

[1] m. pl. Vigas que se colocan en sentido transversal para formar el techo de un edificio.

EL RECATO

Al madurar el pensamiento
que en el sosiego
mi mente en trance se pone a prueba
y con fe espera

sacar de ese silencio
todo el aprecio,
que el ser tiene encomendado al alma
en calma.

Se gesta entonces en el intelecto
con todo anhelo
todo el empeño de ser mejor en la esperanza,

es la bonanza.
Y el hombre se hace casto,
es el recato.

Medellín, 25 de febrero de 1992

AFAN DE ENAMORAR

Está naciendo de un amor cautivo,
una esperanza envuelta de mujer
con alma tierna, cual fugaz motivo,
deleitando la ternura de mi ser.




¡Preciosura!: Aún retenida como al erial:
Sin cultivar, sin labrar: Virgen.
¡Oh pensamiento!: Fuga tempranal
que en su pendencia es un gene o gen.

Ahí va... Ahí va la maduración,
símil, como añejar en el tonel al vino.
¡Qué grande se brinda la ocasión!

El instante es bello y digno,
para que el brío haga procrear
en el hombre su afán de enamorar.

26 de noviembre de 1991

TERNURA

Esa ternura que se desgaja
Como una gota de agua
En una mañana de rocío,
Deja una estela de fragancia
Y otra, de un ser vivo

Que coquetea, al solo mirarla.
Un rostro que no basta
Sólo acariciarle, sino disfrutarle
Como al trasluz de un cristal
Sin palparle por su delicadez.

Profanar su ternura,
Rostro angelical, sería
Poseyéndola, y es mejor
Dejarla intacta, allá exhibida
Para el deleite de los sentidos.

¡Que ternura!
¡Que vastedad!
¡Que limpieza de expresión!
¡Que bondad!:
Se anida en este rostro ¡De verdad!

Medellín, 5 de marzo de 2009